La mano es más rápida que la vista
A veces, tres señores trajeados, de los de pañuelo en el bolsillo de la chaqueta y todo, pueden pasarse una tarde entretenida repartiendo golpes a diestro y siniestro. Estos tres hombres son:
Louie Bellson, el hombre al que Duke Ellington definió como "el mejor baterista del mundo" y uno de los pioneros en el uso de dos bombos en una batería, Lionel Hampton, baterista virtuoso e hiperactivo y de impacto fundamental en la música, principalmente en el jazz, llegando a descubrir talentos indiscutibles en su orquesta como Dexter Gordon, Charles Mingus, Quincy Jones, Dinah Washington o Aretha Franklin, entre otros, y Don Lamond, músico de clásico sonido bebop y cuyas interpretaciones pueden escucharse en discos como "Relaxin' at Camarillo" de Charlie Parker o "Moonlight in Vermont" de Johnny Smith . Atención a Lionel Hampton a partir del minuto 2.32 metiéndose las baquetas bajo el sobaquillo.
2 comentarios:
Impresionante, ante mi incapacidad para mover la mano izquierda sin tener en cuenta lo que hace la derecha esto me resulta insólito.
Nunca he sido muy defensor del virtuosismo, porque suele ocurrir con demasiada frecuencia que donde hay exceso de técnica hay falta de emoción, pero los baterías clásicos (años 30-60) tienen una forma particular de aunar piruetas rítmicas imposibles y espíritu muy teatral que resulta contagioso.
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