No sólo de pantalones pitillo y All-Star vive el hombre moderno en los 80

¿Qué conocemos de la música belga? De los 60, Adamo y Jacques Brel, de los 70 y 80, desde Front 242 a Lio pasando por Wim Mertens, Technotronic, Plastic Bertrand o Vaya con Dios, de los 90, Deus, y poco más. Es decir, menos de diez grupos en casi cinco décadas de música. Poquito, poquito...
Pero, como ocurre en todas partes, hay cientos, miles de grupos que viven o han vivido en la sombra, que posiblemente no trasciendan más allá de la puerta del garaje de su casa y que seguramente merecerían mejor suerte que ser conocidos entre sus amiguetes y pasar al olvido después de editar un 7" o un Lp en un sello minúsculo.

El caso es que no creo que The Honeymoon Killers sean unos desconocidos, pero desde luego no suelen aparecer así, de primeras, cuando a uno le da por pensar en pop belga. A finales de unos años 70, definidos por los primeros bandazos del punk en el Reino Unido, por los flirteos con aparatos electrónicos en busca de la melodía futurista perfecta en la escena austriaca y alemana, y por los últimos coletazos de un rock progresivo que se endurecía en forma de heavy metal recorriendo Europa de este a oeste, surgía un grupo en Bruselas que tomaba la inmediatez y el caos del punk asimilándolo sobre una base más o menos "artie", los "experimentos con gaseosa" de grupos marcianos como Captain Beefheart o los Mothers Of Invention de Frank Zappa, y las nuevas formas de expresión de una escena electrónica todavía en pañales.
A todo eso habría que sumarle el hecho de haber sido acogidos en un sello que lo mismo edita un disco de un grupo que va tan a su bola como Tuxedomoon, que edita discos de ese género tan denostado que se ha dado en llamar "músicas del mundo", o saca al mercado bandas sonoras del underground norteamericano en los 80 como las películas de Jim Jarmusch; el sello belga Crammed Discs, una verdadera lección de eclecticismo que tiene como consecuencia que puede ser capaz de lo peor y de lo mejor.
Con este bagaje es difícil catalogar un grupo como The Honeymoon Killers, así que lo mejor es echarles un vistazo y que cada uno decida si merece la pena seguir indagando en su discografía o no.
The Honeymoon Killers - Histoire à Suivre (VPRO TV 1983)